– ¡Eeeeeeeehhhhh! –gritó Zoraida.
Su piar extraordinario se extendió por el lugar con total claridad hasta alcanzar las cumbres, aquellas que cruzó un día junto a Azahara para llegar al otro lado del arcoíris. Y allí, extrañamente, el grito retornó aún con más fuerza. ¡Todos tenían que oír lo que estaba apunto de anunciar! Leer más